Casa de Hilario

Estancia para repetir para quien vaya buscando desconectar en un pueblo precioso...

Todo fue fantástico, la llegada check in fácil. La habitación súper limpia y cómoda. El desayuno muy rico con todo El sitio espectacular súper calmo y bonito. Volveré seguro.

Estuvimos pasando un fin de semana largo donde buscábamos desconexión, comodidad y huir de los hoteles abarrotados e impersonales de la costa. La casita tiene historia y mucho encanto, es un lugar tranquilo, con apenas 10 habitaciones (alguna suite) con un bonito patio y una piscinita con hamacas. Sólo disponen de servicio de desayuno, un buffet que prepara Lucía cada mañana (todo nuestro agradecimiento para ella, es un amor). Se puede desayunar tanto en el salón interior como en la terraza exterior. Ponen a disposición de cada habitación un cajón en el frigorífico para poder guardar cosas que necesiten frío. La recepción se encuentra en otro hotel del mismo dueño (La Casona de Yaiza), pero como nosotros llegamos a la hora del desayuno, Lucía avisó al dueño, nos cogió los datos del DNI y listo. No hizo falta más. En el caso de llegar a una hora más tardía, es necesario pasar por La Casona antes o llamar para que se acerque alguien hasta la Casa. Es a la Casona donde se puede ir a comer y/o cenar porque dispone de restaurante. El hotel cuenta con habitaciones alrededor del patio interior y en el edificio principal. Espaciosas, cómodas. El edificio principal dispone de un distribuidor con unos murales preciosos, llamativos. Un punto a mejorar sería el mantenimiento de las habitaciones. Sería conveniente renovar la pintura porque se veían manchas de humedad en techos y algunas zonas de las paredes. Las hamacas de la piscina estaban muy trotadas ya y los cojines de la terraza estaban a falta de una lavadora. Nada que no pueda resolverse fácilmente. La piscina está normalmente cubierta con un protector que se quita fácilmente. Esto hace que se mantenga más limpia y conserve la temperatura. Quien no quiera coger el coche para ir a cenar, puede hacerlo en un restaurante que hay justo al otro lado de la carretera. El hotelito está muy bien ubicado. A 10 minutos de Playa Blanca y Puerto Calero para quien quiera un poco de actividad y muy cerquita del Timanfaya. Como lugar de desconexión es perfecto. La gente sale a pasar todo el día fuera tras desayunar, con lo que el hotelito se queda a disposición de quien quiera disfrutarlo.

Estuvimos 3 días alojados y es un sitio especial. Tanto el lugar, que tiene unas vistas fabulosas, como el propio hotelito, que tiene mucho encanto. Además, el servicio es inmejorable y se desayuna muy bien. Volveremos!