Gregory Radek
28 de enero de 2022
Visto días mejores... La primera impresión al entrar al vestíbulo fue que el lugar está abandonado y no está en funcionamiento. Luego escuchamos un claxon al estilo de una prisión y unos minutos más tarde una persona con apariencia de trabajador de la construcción se acercó y luego salió corriendo al d**** cuenta de que el español no es nuestro primer idioma. Luego apareció una señora que tampoco hablaba inglés pero intentó continuar con el registro.
Las instalaciones y la propiedad en sí son bastante básicas. Requiere bastantes reparaciones: muchos accesorios están sueltos, rotos o simplemente no funcionan (es decir, la cerradura de las puertas de la habitación, nos llevamos todas las pertenencias como cada vez que salíamos de la habitación).
En el lado positivo: la unidad de aire acondicionado, aunque ruidosa, era muy eficiente y funcionaba bien.
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