Usuario invitado
13 de septiembre de 2023
Sólo puedo hablar maravillas de este sitio, desde su ubicación, los bungalows y las tiendas a pie del Pacífico (en una playa paradisíaca), su autenticidad, y sobre todo su personal de 10, Gabriel, Víctor y Doña Nubia nos trataron como a su familia. Nos sentimos como en casa pero en el paraíso. La comida del chef Charly una maravilla, casera y hecha con mucho amor. Nos ayudaron con todo, con la reserva de los tours, las plazas para el barco.(Jessica super eficiente)...., todo facilidades. Vimos muchos animales allí mismo, monos saltando por las ramas, guacamayos por toda partes, tucanes, incluso un tapir. Si algún vuelvo a Costa Rica, será aquí.