Usuario invitado
2 de abril de 2024
Excelente ubicación céntrica, amplios ambientes, estacionamiento debajo del hotel y todo su staff muy amable. Fuimos para Semana Santa y decidimos hospedarnos en este hotel sólo porque obtuvimos una promoción con un precio tentador, de lo contrario no volveríamos. El hotel está bastante desactualizado y necesita mejoras. Tiene espacios muy grandes y muy vacíos, no hay sillones en el hall de entrada para sent**** o esperar un taxi, sólo hay 3 sillones (viejos y vencidos) a la entrada del desayunador, lejos de la entrada. Habitaciones, lo malo: son muy básicas, no tienen cafetera, pava eléctrica ni vasos (sólo hay 1 vaso en el baño, pensarán que hay que compartirlo?), la heladerita está vacía (no hay bebidas ni snacks), sólo 5 perchas para 2 personas, y nada de decoración. Lo bueno: son amplias, con pisos de parquet y un buen closet con cajones y estantes. Desayuno: sólo estaba incluído el continental (pan, facturas, ensalada de frutas, cereales, yoghurt líquido y café de filtro). Todo lo demás (huevos, fiambres, café espresso, etc) es extra y se cobra aparte. Un hotel de esta categoría debería incluír todo eso sin costo. Debería contar con máquinas para café espresso y tostadoras de cinta continua, ya que sólo cuenta con 2 tostadoras para hogar (una con 4 ranuras y otra mini con 2) para la cantidad de gente que se hospeda, formándose unas colas insoportables mientras se espera a que las tostadas salten. Tiene un restaurante que sólo trabaja de viernes a domingos. Lo mejor: las piscinas internas climatizadas, con una específicamente para adultos separada de la de niños (un plus para descansar de los gritos y salpicaduras). Este hotel supo tener otra vida entre los años 50 y 80's y lo extraño es que la cadena NH Hoteles que lo adquirió hace 15 años no lo haya actualizado. Una pena realmente.