Usuario invitado
30 de mayo de 2022
Sin lugar a dudas, una joya escondida en Getsemaní. Primero, felicitar al personal del hotel (muchisimas gracias Flor y Leo) puesto que hacen la estadia en él como si estuvieses en casa. Destaco no solo la amabilidad sino la preocupación por sus huespedes (nos enfermamos del estomago y estuvieron muy atentos a nuestras necesidades). La infraestructura del hotel es buena (en una casa adaptada a hotel). Con una terraza con jacuzzi que es una delicia, y un patio central que sirve de desayunador. El desayuno, por su parte, fue siempre variado y delicioso, de hecho, cabe destacar que tuvieron la amabilidad de cambiarme el desayuno por mi alergia. La ubicación puede confundirte, pero el barrio es seguro. Además, el que no esté tan central (la plaza La Trinodad está a dos cuadras) permite un buen descanso, ya que no hay ruidos molestos. Mil gracias nuevamente por la amabiidad y la buena disposicion, sin duda es nuestra casa en Cartagena.