Usuario invitado
28 de agosto de 2022
Edificio del estilo de la cadena Taj, aunque necesitado de una reforma general. Las habitaciones y, en particular, los baños, no alcanzan el nivel habitual y se han quedado muy antiguas. El desayuno y el bufet son simplemente correctos, aunque existe la posibilidad de comer a la carta y, sobre todo, de acudir al restaurante chino del propio hotel, de más nivel culinario. La impresión es que está desaprovechado, porque tiene una terraza muy bonita donde no se puede comer salvo petición expresa y una piscina a la que faltan hamacas. Lo que destaca es, una vez más en Taj, el servicio. Todo el personal es competente en sus funciones y exquisito en el trato, lo que le hace gan**** las cuatro estrellas que le doy.