Usuario invitado
13 de octubre de 2021
El hotel en sí ya sería anónimo tanto por su estructura, un gran cuartel que no encaja bien en el contexto, como por su posición con vistas a la calle principal de la ciudad, lejos del mar. Además de esto, los servicios son básicos: habitaciones básicas, un desayuno pobre en cuanto a variedad y con la mayoría de los platos calientes ahora servidos fríos, incluso el pan de molde servido a temperatura de nevera. Por último, falta limpieza. La mañana de nuestra salida, mientras hacíamos la maleta, acercamos el sillón a la cama y encontramos un calcetín olvidado por un cliente anterior. Esta es la perla que se suma al no óptimo estado higiénico de la habitación, empezando por la alfombra.
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